Cuántas veces he intentado quemar
el celeste de tus ojos en mis ojos.
Podría hablar de una herida resistente
a los días y distancias

pero no,
el tiempo compartido efectivamente
juntos
no son más que 48 horas
ininterrumpidas

¿qué es un puñado de horas
contra la ruidosa fuerza viva
que ofrecen los seres amados?

Quizá me he obsesionado
con borrar la textura
de tu lengua
en mi lengua o la imagen
de tu muslo encajado en mi cintura

¿Cómo se mata un fantasma?

Mirarte es desaparecer

¿Y cómo apago estas antenas
que detectan tu presencia de aire?

Hago cálculos infértiles:
número de años desde la última vez que te vi
distancia entre los países que habitamos
diferencia horaria entre tu ciudad y la mía
y tu nuevo número de hijos

Cada distancia tiene un sabor único
que envejece distinto con el paso de los años
y hoy te escribo hasta tocar el punto
donde el tiempo se deforma.

©

[2023] [Héctor Lira] Todos los derechos reservados

Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los textos sin autorización previa por escrito. Cualquier uso no autorizado será considerado una violación de los derechos de autor y estará sujeto a las correspondientes acciones legales.